Clara de Assís fue una religiosa italiana que colaboró con San Francisco de Assís y fue la fundadora de la Orden de las Hermanitas Pobres de Santa Clara o Clarisas. Fue canonizada solamente dos años después de su muerte, en 1255. El Papa Pius XII la proclamó santa patrona de la televisión y las telecomunicaciones. 

Su nombre real era Chiara Scifi, y formaba parte de una familia acomodada y con prestigio de la ciudad de Assís. Ya desde bien pequeña poseía un fuerte sentimiento religioso, quiso consagrar su vida a Dios y rechazó el matrimonio que su familia le había arreglado.

En 1211 huyó de casa de sus padres y fue al lugar donde había Francisco de Assís y sus primeros seguidores, y pidió hacerse penitente como ellos. Francisco le cortó el pelo, la vistió con una túnica y la hizo entrar en el monasterio de San Paolo delle Badesse de Bastia Umbra, a cuatro kilómetros de Assís. Después ingresó en otro monasterio benedictino, el de Sant’Angelo di Panzo, donde, poco después, se reuniría su hermana Inés.

Clara se instaló en un pequeño edificio anexo a la iglesia de San Damiano, en Assís, que había sido restaurada por Francisco. Vivió allí bajo las directrices del obispo Guido de Assís. Otras mujeres se reunieron allí, entre ellas su otra hermana Beatriz y su madre Ortolana, hasta llegar a una comunidad de cincuenta mujeres. Allí transcurrió el resto de su vida: cuarenta y dos años, de los cuales veintinueve los pasó enferme.

Siguiendo el ejemplo de Francisco, quiso formar una comunidad de monjas pobres, dedicadas a la oración y al servicio a los otros. Nombradas Damianitas por el pueblo y Damas Pobres por Francisco, devinieron las Monjas Clarisas.

Otras leyendas:

• Santa Clara es la protectora de las telecomunicaciones: un día de Navidad, Clara no pudo asistir a la misa que decía San Francisco, ya que estaba enferma en la cama. Queriendo poder verla, tuvo una visión de la celebración, pudiendo “asistir” de lejos. Por esa tradición de la “retransmisión”, fue nombrada, en 1958, patrona de la televisión y de las telecomunicaciones.

• Clara consiguió hacer huir los sarracenos, que habían hecho una incursión y estaban en las puertas de Assís asediando San Damiano.

• Gregorio IX la visitó en el convento y le pidió que bendijera el pan. Cuando Clara lo bendijo, apareció una cruz sobre él. 

Girona:

El nombre proviene del hecho que las dos islas de casa que bordean el tramo más próximo a la Plaza de San Agustín habían contenido en otro tiempo el convento de monjas de Santa Clara. Estaba situado al lado del río pero con la iglesia en el sentido contrario. Ambos edificios comunicaban mediante un paso elevado sobre la calle. Construido a mediados de siglo XVIII, las monjas residieron allí hasta el noviembre de 1868.

Las Clarisas se establecieron Girona en 1319 por orden de Juan de Aragón. Las monjas, que venían de Castellón de Empurias, llegaron a la ciudad en 1321, cuando se acabó la construcción. Las condiciones de vida en el monasterio llegaron a ser muy duras, ya que hay documentos que nos hacen saber que vivían en pobreza extrema i habían tenido que abandonar el claustro para cubrir sus necesidades. En 1490 llegaron unas monjas del monasterio de Santa Clara de Gandía para intentar reconducir la situación, pero en 1575 se tuvo que evacuar el lugar debido a convulsiones políticas. 

En 1653 se derrumbó el edificio por motivos defensivos y con sus piedras se construyó el baluarte de Santa Clara. Las monjas se refugiaron temporalmente en una casa particular hasta el 1693, cuando se hizo el nuevo convento a cerca del río, entre el este y la calle Santa Clara. La iglesia se consagró en 1703.

Entre 1794 y 1796 las monjas se refugiaron en Santa María de Jerusalén de Barcelona a causa de la guerra. En 1835 la comunidad fue respetada y tuvo actividad hasta el 1868, cuando las monjas fueron expulsadas y el convento derribado, seguramente por motivos especulativos. Cuando todo volvió a la normalidad hubo un intento de reconstrucción, pero finalmente se trasladó en Salt en 1882, pero durante la Guerra Civil se dispersaron.

En 1939 el convento fue reconstruido en la prisión Provincial y se asignó a la pequeña comunidad de clarisas un edificio que había sido la casa del cura. En 1969 fue recuperado el edificio en situación ruinosa y delante de la imposibilidad de habitarlo, ya que se encontraba en una zona de plena expansión, así que buscaron un espacio más adecuado para construir un nuevo edificio. En 1947 se instalaron en Vilobí d’Onyar, y cambió el nombre de monasterio por el de “Fraternidad”