Celestina Vigneaux i Cibilis nació en Girona en 1878 y murió en Barcelona en 1964. Aunque su personaje ha sido eclipsado por la fama de su marido, el escritor, político y periodista Pere Corominas,  y por la de tres de sus ocho hijos, fue una destacada pedagoga y maestra catalana, concretamente por su deseo e intento de innovación en el ámbito educativo. 

Obtuvo excelentes resultados en sus estudios y con tan solo veinte años consiguió una plaza en un parvulario de Madrid, donde destacó por su innovación pedagógica. En Madrid conoció el que sería su futuro marido y fue él quien la convenció de regresar a Catalunya. Allí tuvo sus ocho hijos y continuó trabajando en el ámbito de la enseñanza. Dentro de su tasca incluyó una conferencia sobre el cálculo mental (1900), impulsar el primer comedor escolar en Madrid (1902) y el primero en Barcelona (1907), promover el canto y la gimnástica rítmica y concienciar sobre el espacio y condiciones higiénicas que debían tener las escuelas. Viajó por toda Europa para descubrir otros sistemas educativos, por ejemplo el método Montessori, del cual aprendió asistiendo al II Curso Internacional Montessori que tuvo lugar en Roma en 1914. Posteriormente fue una de las introductoras de este método en las escuelas catalanas. 

Su gran trayectoria profesional y su vocación se vieron truncadas por una enfermedad pulmonar. Entonces, una vez finalizada la Guerra Civil en España, tuvo que exiliarse con su marido en Buenos Aires, donde este murió. Más tarde, en 1945, pudo regresar a su tierra natal, donde continuó viviendo con algunos de sus hijos hasta que murió en 1964.

Fue votada en un proceso participativo el marzo de 2010 en Palafrugell, de mujeres que merecían una calle.