María Gay fue una religiosa gerundense que fundó la congregación de las Hermanitas de San José de Gerona. Nació en Llagostera en 1813, en medio de la Guerra de la Independencia. El pueblo fue totalmente destruido por las tropas napoleónicas y quedó en la miseria. Además, en 1815 el padre de la familia muere y la madre debe ocuparse de María y su hermano que nacerá poco después, Pedro. Des de pequeña, recibió una buena educación religiosa tanto en casa como fuera de ella.

En 1850 su madre fue trasladada a Girona para ser ingresada en el Hospital Santa Caterina, donde murió. María se quedo a vivir en la ciudad y el año siguiente entró como laica al Tercer Orden de Sant Domènec. En la familia con la que vivía, ayudaba en las tascas domésticas y a cuidar los hijos, a la vez que recibía los enfermos pacientes del padre, el médico Emeri Ros. Posteriormente se unió a la Confraría de la Purísima Santa, donde atendió enfermos de forma desinteresada durante veinte años. Más tarde, quiso ir más allá y fundó un instituto religioso dedicado al servicio y atención de los enfermos, juntamente con otras siete compañeras. Acabó convirtiéndose en una congregación religiosa llamada el Instituto de las Religiosas de Sant Josep de Girona, conocidas como Veladoras, que fue oficialmente fundado en Girona en 1870 por Maria Gay y Tibau. El objetivo de la congregación principalmente era dar asistencia a la gente más necesitada de la tercera edad y servir al enfermo tanto corporal o físicamente como espiritualmente. Y debido al éxito de esta congregación, fue creciendo y expandiéndose hasta encontrarse actualmente en tres continentes (Europa, América y África). Concretamente en Girona, hoy en día se encuentran dos residencias: la Residencia de Santa María del Tura (en Olot) y el Centro Geriátrico de María Gay.

El Obispo de Girona, Jaume Camprodon, la proclamó sirvienta de Dios en nombre de la iglesia católica. Además, en 2013 el papa Francisco le atorgó el título de venerable, alabando sus virtudes heroicas.