Nació en una familia apasionada por la música, se licenció en Filología Clásica a la Universidad de Barcelona y se dedicó a la educación, al mismo tiempo que conreaba la poesía y la crítica literaria. Fue colaboradora asídua de Canigó, El pont, Reduccions y 9 país. Escribió también una novela con su marido, Jordi Geli, ganó el premio Josep Pla con su faceta de narradora en 1978, en 1958 el Premio Letra de Oro y el Premio Nacional de la Crítica, y en 1994 el Premio Literario de Girona Prudenci Bertrana de novela. Su entusiasmo por el mundo clásico la llevó también a hacer traducciones acuradas del griego y el latín al catalán, y durante los primeros años de su vida profesional destacó como ensayista en obras coeditadas con otros autores. Publicó muchas otras obras tal como narrativas, críticas, poemas y ensayos.

En 1989, raíz del accidente nuclear de Vandellòs, dio soporte para elaborar un Plan de acción para el abandono urgente de la energía nuclear. El año 1991 formó parte del IEC (Instituto de Estudios Catalanes). En 1994 la Generalitat de Cataluña le concedió la Cruz de Sant Jordi y en 1996 fue nombrada hija adoptiva de Figueras. Su obra más reconocida por el público lector és hoy en día El violín de Auschwitz, una obra comprometida políticamente y humanísticamente con el drama de los campos de concentración nacionalsocialistas.

Murió exactamente el día de Sant Jordi de 1999 (veititrés de abril), el día del libro y la literatura. Sus últimas palabras fueron, según el poeta y crítico Sam Abrams, “Sant Jordi”.

Maria Àngels Anglada fue votada en un proceso participativo en Palafrugell en 2010 como mujer que merecía una calle con su nombre.