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Mercè Rodoreda

Barcelona 1908 - Gerona 1983

Año de aprobación: Sin registro

Longitud: 330 metros

Situación: Sud, 17003

Nació en Sant Gervasi de Cazuelas. Era hija única, su padre era contable, amante de la poesía y siempre le recitaba poemas cuando ella era pequeña, pero murió durante la Guerra Civil en un bombardeo. Su madre vivió hasta 1964, una mujer con mucho interés por la música. Ambos padres eran amantes del teatro y la literatura.

Asistió a la escuela de los siete a los diez años en dos centros diferentes, hasta que muere su abuelo, el cual la había marcado mucho y le había inculcado un sentimiento catalanista y un amor a la lengua catalana y a las flores, hecho que queda retratado en las posteriores obras de Rodoreda. Desde aquel momento se dedica a aprender a coser y cocinar, sin abandonar la lectura. Se casó a los veinte años con su tío Joan Gurguí, catorce años mayor que ella.

Tuvieron un hijo y se instalaron en una casa en Barcelona. En ese momento ella se puso a hacer pruebas literarias para liberarse de la dependencia económica y social que le suponía el matrimonio, y lo acabó convirtiendo en su oficio. Cada día escribía, y terminó cultivando comedia teatral y una novela.

En 1931 comenzó a ir a clases en el Liceo Dalmau donde mejoró sus conocimientos en lengua, instruida por Delfín Dalmau, con quien publicó una obra. En 1931 se publica su primera obra  Sóc una dona honrada? (¿Soy una mujer honrada?) y algunos cuentos, que acaba obteniendo el Premio Joan Crexells.

En 1933 comenzó su carrera periodística y entró a la Asociación de Prensa de Barcelona. Con tiempo, publicó más obras y ganó reconocimiento, así que entró en el Club de los Novelistas. Además, fue publicando cuentos infantiles para diferentes diarios catalanes.

Al inicio de la Guerra Civil ella colaboró ​​como correctora de catalán en la Comisaría de Propaganda de la Generalitat. Mientras iba conociendo otros escritores, ganó más premios y acabó separándose de su marido. Su supuesto amante fue detenido en la Rambla de Barcelona, ​​torturado y asesinado por orden de la policía soviética. Un año después, en representación del PEN Club de Cataluña, viajó a Praga con otros famosos escritores.

En 1939 se exilió en Francia, y creyendo que sería por poco tiempo, dejó a su hijo al cargo de su madre, ya que se fue siguiendo sus consejos, ya que Mercedes había estado colaborando en temas de publicaciones en catalán y en diarios de izquierdas en los años anteriores. Fue de Barcelona a Girona en bus y luego a la frontera caminando.

Se instaló en el castillo de Roissy-en-Brie, ofrecido para refugiar escritores. Allí conoció y se enamoró de Joan Prat Esteve, que estaba casado y tenía una hija, pero aún así comienzan una relación amorosa y se van a vivir a Limoges, huyendo de los nazis que invadían Francia. En 1941 este fue detenido y explotado en una cantera, y más tarde trasladado a Burdeos. Ella también fue, se dedicó a la costura y dejó de escribir. Más tarde fueron a París durante ocho años, y en 1947 pudo dejar la costura definitivamente y volver a redactar para la Revista de Cataluña. Durante esta época no pudo cultivar grandes obras y se dedicó más a la poesía, ya que desde 1945 había comenzado a tener problemas de salud junto con la reaparición de una parálisis somática del brazo derecho, así que en 1952 comenzó la terapia de recuperación.

En los Juegos Florales de la Lengua Catalana celebrados en Londres en 1947 ganó su primera Flor Natural con seis sonetos, y fue nombrada "Mestre en Gai Saber" en Montevideo en 1952, el año que visitó Barcelona por primera vez después de su exilio. En 1951 se empezó a interesar por la pintura y a hacer obras propias, pero en 1953 se traslada con su pareja en Ginebra, ya que este se hace traductor de la UNESCO, ciudad que no le gustaba, pero donde escribió, aparte de muchas otras publicaciones, su novela más famosa La plaza del diamante.

En 1971 muere su pareja en Viena. Esto y el descubrimiento de una amante de éste, le hicieron pasar una temporada de desolación. En 1972 regresó a Cataluña y se instaló en Romanyà de la Selva con dos amigas más, donde vivió seis años hasta construirse su propia casa en el mismo pueblo, donde escribió otra de sus novelas más conocidas, Mirall Trencat (Espejo roto). Durante esta época, aparte de recibir reconocimientos, algunas de sus mejores obras fueron llevadas a la televisión, como La plaza del diamante.

Finalmente Rodoreda murió en Girona a la edad de setenta y cinco años por un cáncer de hígado. Su legado intelectual fue dado al Instituto de Estudios Catalanes que años después creó la Fundación Mercè Rodoreda.

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